Entre Copas:
Día: Jueves 11 de noviembre
Hora: 11:00 AM Y 5:00PM
Miles (Paul Giamatti), un divorciado traumatizado con su experiencia sentimental, al que le gustaría ser novelista y que presenta una fijación por el vino, decide agasajar a Jack (Tho-mas Haden Church), su viejo colega de la universidad y actor fracasado, con un viaje festivo a los viñedos del valle de Santa Ynez la semana antes de que Jack contraiga matrimonio. Los dos no podrían formar una pareja más extraña. Jack es un seductor demasiado sexual; Miles es un desgraciado aprensivo. Jack está buscando degustar su «último bocado de libertad»; Miles sólo pretende paladear la perfección en una botella. Jack se conforma con un Merlot barato; Miles se muere por el elusivo y perfecto Pinot. De hecho, la única cosa que parecen tener en común es la misma excitante mezcla de ambiciones fallidas y juventud marchita. En cualquier caso, cuando emprenden ruta subiendo por la costa, Miles y Jack pronto se van a ver ahogados en el vino y en las mujeres. Jack se enamora como un chiquillo de una experta vinícola local (Sandra Oh) y amenaza con cancelar su boda. Miles tiene su propio encuentro romántico con una camarera que es toda una experta en caldos (Virginia Madsen). Ambos se tambalean de forma peligrosa y cómica hacia la crisis de la mediana edad. Ahora, la boda se aproxima, y con ella la certeza de que Jack y Miles no van a volver a Los Ángeles sanos y salvos y sin haber sufrido cambios… si es que al final terminan por regresar.
Festín de Babette
Día: Jueves 15 de noviembre
Hora: 11:00 AM Y 5:00PM
Siglo XIX. En una remota aldea de Dinamarca viven dos hermanas, ancianas ya, envueltas en la nostalgia de una lejana juventud, en la que su educación, profundamente puritana, las obligó a renunciar a toda posibilidad de ser felices. Solteras pues, viven en una digna austeridad, hasta que aparece entre ellas Babette, quien llega huyendo del terror de su natal París. Al poco tiempo tendrá oportunidad de corresponder a la bondad y al calor con que fue acogida. Un buen premio de lotería le permite organizar una opulenta cena con los platillos y vinos de la mejor gastronomía francesa. A esta cena son invitados los vecinos, todos fanáticamente puritanos. Aceptan ir, pero entre sí pactan no dar ninguna muestra de gozo o disfrute de lo que comen y beben, porque sería pecaminoso. Sin embargo, es tal la fuerza seductora de las viandas que, poco a poco, en un ceremonial intenso y emotivo, van cediendo a la sensualidad que implica gozar de los prodigios de la cocina francesa.